Este escrito trata de ser un testimonio de agradecimiento. Gracias a las 66 ballenas de mexico por morir por mi, por mi grupo, por mis amigos, por mi familia.
Todas y cada una de esas ballenas sigue flotando en el aire generosa y apasionada. Unas veces en forma de fotos, transporte, hospitalidad, paciencia; otras en forma de abrazo, sonrisa, risa o mirada.
Abrumadora sensacion de amor que me ha dejado ciego.
Enseñanzas vitales.
-
Hace dos años escribimos con inocencia y cariño esta lista de pros y
contras. En aquel momento todo parecía demasiado enrrollado, y es que hay
decisiones d...
Hace 11 años