Sentir y recordar

Creo que hacia mucho tiempo que no tenia una de esas noches magicas que te encogen el alma cuando las recuerdas. Me gustaria ser capaz de contar esta con tal cumulo de detalles que vosotros pudierais sentir lo mismo que yo; una sensacion juvenil que te aleja del peso que la responsabilidad de los treinta impone. Disfrutar el presente sin temer el futuro o mirar al pasado. Disfrutando del Lucas, el JL, la Carmen, el Ignacio, el Rafa, el Diego, la Mila, el Luigi, la Cristina y la Marian del ahora, sin recordar las personas que fueron en el pasado. Volviendo a disfrutar la amistad como sentimiento y no como recuerdo. Algo muy grande.
Me limitare a numeraros diferentes momentos:

Correr por un maizal de la Toscana en una noche de borrachera.
Reir hasta sentir dolor por un indio muerto en una taza de te.
Saltar y bailar con locos, borrachos, mujeres y niños, mientras el ska de new york suena con ritmo convencido.
Empujar y ser empujado por brazos, polvo y olores.
Cruzar el cesped humedo de la noche quitandote la ropa y saltar al agua negra.
No sentir pena por una farola indefensa atacada con piedras borrachas.
Sentir... caricias, besos y abrazos, con ingenuidad de quiceañero.
Andar abrazado de dos amigos.
Correr abrazado de dos amigos, mientras esquivas piedras y caes en precipicios.
Escuchar y que te escuchen.
Pegarte con una planta de mazorca y reirte del dolor.
Despedirte de una patria, pais, mientras te cantan.
Comer y beber, fumar .
Engañar a un italiano mientras el me engaña a mi.
Llevar mi gorro.
Esconderte detras de un cipres y asustar a los que rien.
Viajar en el maletero de un coche mientras te rozan los talones contra el asfalto.

Este fue un fin de semana para olvidar. Si lo recuerdo mucho tiempo no podre disfrutar de otro igual.