domingo, 4 de octubre de 2009

Juanetes, y desventuras de un computadora del pasado

Ayer estuve tocando con Ximo (guitarrista valenciano) en el passage. Para los que todavia no conoceis la Haya (mi haya, claro) este sitio es un pasage cerrado de comercios en el centro de la ciudad. Despues de ganarme unas pelillas (aqui en el norte echan mas dinero, o sera que ahora toco mejor?), y conseguir algun bolo, me he quedado sin escenario hasta nueva orden policial.
Ya me habian echado varias veces la policia, sin multa ni problemas, pero ayer fue distinto. Cuando estabamos tocando mas bonito, llego una chica sin duda guapa detras del mosqueo, diciendo que iba a llamar a la policia, porque era ilegal que tocaramos alli. Despues de explicarle que estabamos trabajando y que no molestase ( sabiendo que dejaba el convento me cage dentro), la chica salio corriendo en busca de un telefono, y nosotros detras de ella en busca de nuestras bicis. Toda mi pena fue no hacerla esperar y dedicarle mi improvisacion.
Despues de un capuchino calentito nos acercamos a la comisaria mas cercana a preguntar. Nos presentamos como alumnos del conservatorio que queriamos tocar en la calle. A lo que el policia respondio-La historia es que se ha prohibido tocar en toda la haya. (Sin duda un ejemplo claro de la estupidez humana y sus leyes rigidas.....bueno, tambien ejemplo de lo serios que son aqui)
Fue curiosa la cara del policia, mi compañero y de los treinta turcos con cara de chorizos que habia en la cola cuando pregunte a cuanto ascendia la multa (haber si me salian las cuentas y tocarle una serenata a la dependienta malaje que llamo a la policia.) Los turcos se sonrieron como los gladiadores de Axteris y Obelix, todos a la vez y asintiendo por mi impertinencia. La respuesta fue clar, multa de 60 euros y secuestro del instrumento.
Todos comenzaron a bailar ( o al menos en mi imaginacion) cuando le dije al policia que entonces montaria un duo vocal a capela. Vosotros que me conoceis sabeis que soy tendente a hacerme entender por gestos cuando no hablo el idioma, asi que me vi cantando o sole mio con voz impostada, a lo que los tres turcos gigantes respondieron con palmas y alboroto. El policia entonces dejo de ser holandes por un rato y tambien siguio la broma.
La comisaria se quedo un poquito mas humana, nosotros sin trabajo y sin ligar con ancianas y niños chicos y la haya.. bueno la ciudad sin un duo de jazz del carajo. Asi es la vida en holanda, De mi Holanda.

2 comentarios:

Bahú bamba Lelë dijo...

Pero tío, yo creo que es eso lo de vivir la vida, no? tu si que carpes el díem... que guapísima historia!!! jajajajjaj!!! hijos de puta john, nos han jodido sin dejarnos tocar en la calle, qué mierda!!!

jazzdelcuento dijo...

hoy en el trabajo una camarera se ha dignado mirarme (los limpiadores somos el ultimo nivel) y me ha reconocido de tocar en la calle. Creo que con esto se cierra mejor la historia de ayer.