domingo, 5 de octubre de 2008

Cuando se repiten sensaciones

Quiero describiros una sensacion y un recuerdo. Nada facil como entendereis. Sera una entrada desordenada y muy poco precisa ( podeis leer sta entrada mientras escuchais de fondo la cancion "La llorona")

En una de esas conversaciones con Lucas de la que tanto se aprende, surgio una idea que me vino ayer a la memoria. Las sensaciones y las diferentes mascaras que adoptamos a lo largo de nuestra vida, se repiten en ciclos de tiempo (no recuerdo si seis años). Quizas no sea cierto, pero yo lo vivi como una realidad.
Ayer estube en una de esas casas anti crac de las que os hable. Esta parece que fue un taller mecanico convertido en casa de artistas plasticos. Siempre la veo de camino al conservatorio, pero fue ayer por casualidades de la vida que me acerque al escaparate y dentro vi a "chispita" y pedro.
Por la noche fiesta inaguracion de la casa, y para amenizar la velada musicos. Entre ellos Marco, Noa, Irene, francisco y estos dos de la ventana.

Todo preparado. Un espacio grande enmoquetado (de los que habita Pessoa), cubierta una pared con paraguas abiertos de diferentes colores. Quizas el sitio no es el mas apropiado, aqui sentado lejos, casi de espaldas al publico, fuera del calor de la cantante y la mirada de confianza de Marco. Levanto la cabeza del clarinete y puedo ver un gran tranvia por la ventana. Mientras los musicos tocan, y yo,... se me olvidaba, yo tengo que tocar. De nuevo esquinado, temeroso del publico, perdido... de nuevo en algun bar de Granada con Raul o en una jam de Sevilla. Vuelvo a abrir los ojos y comienza mi solo. La primera nota fuera, imprecisa y esquiva, comienza un lucha por controlar el tiempo... Estoy fuera y termina el solo.
No hubo aplausos ni energia de algun musico, tampoco la hubo en mi musica. Pero disfrute de la llorona, del solo de violin y de las miradas de bateria, guitarra y bajo. Luego llegaria un italiano hablando, y se iria la egipcia mosqueada por no entenderme. Antes de irme con la lluvia soñe que pintaba una escultura en la pared, el reflejo en el timbre de mi bici me recordo que llovia y que estaba en holanda.

No se si me entendieron, no fue mi intencion.

4 comentarios:

ig dijo...

ains, amigo... a veces, cuando te leo, me acuerdo de Gurb y sus andanzas; otras, las imágenes son un poquito más melancólicas, como en esta tarde de lluvia... en un rato te volveremos a echar de menos sobre las tablas

se te quiere desde puertaelvira (¡no has visto nuestra casa nueva...)

amalica dijo...

hola Emilio me encanta leer todo lo que escribes disfruto mucho,muchísimo con tus cosas.Me resulta muy dificil espresar lo que te quiero, así que para cambiar empezaré diciendo que te quiero mucho y haber que pasa.....

el paseante dijo...

hola "chartongeston", o qué hay de nuevo viejo... en realidad, yo creo, no son ciclos sino una inexistencia real del tiempo. Nuestras sensaciones tienen paciencia y esperan. Pero cuando llegan, por cualquier detonante, las disfrutamos y con ellas nuestros recuerdos ¡viva los caracoles!

Arturo Parrilla García-Pelayo dijo...

Hola hermano, volvió a sucederme… pero esta vez decidí que el comentario que hice se perdiese en el limbo. Yo lo escribí, eso es seguro, así que supongo que si el ordenador no ha querido que te llegue por escrito, confío en que de alguna otra forma te llegará…por ejemplo…la próxima vez que llueva soy yo (je je me lo he puesto fácil ¿eh?).
Te he hecho caso, he escuchado la llorona (la de Lila Downs) mientras leía tu última historia, te juro que he terminado de leer al mismo tiempo que se acababa la canción ¿lo has medido? No sé si te entendí pero para mí ha sido más que suficiente. Un beso