jueves, 25 de septiembre de 2008

Clases de clarinete y saxofon

Como estamos senores? Hoy he tenido mi primera clase de saxo y la segunda de clarinete con ese pedazo de musico que es John Ruocco.
Lo malo de no saber ingles es que John dobla su mosqueo y su chaparron de frases contundentes cuando ve que no se hace entender. Lo bueno es que mientras mas se mosquea, mas rapido habla y menos lo entiendo. Con lo cual intuyo su rabia pero me resbala al no enterarme de nada. A veces le miro el bigote, otras recuerdo mi postura de pequeno cuando mi padre me renia. La mayoria de las veces me sonrio afirmando con la cabeza.
Empezare describiendo el aula y los personajes que alli conviven. Entras por una puerta de metal blanca a la 401, una room con dos paredes de metal y dos de cristales hasta arriba. Esquinado el piano de cola, que hasta la fecha solo sirve de mueble donde John deja su saxo, clarinet y artilugios variados. En el centro una bateria verde fiesta. Y apoyado sobre su barriga, con los ojos cerrados, el personaje mas cercano a barba roja que conoci hasta la fecha. Hey man! (se ahoga en su acento americano)
Las dos primeras clases han servido de espejo. Senores las escalas hay que saberlas en todos los tonos, asi que toca ponerse a buscar motivos y patrones hasta moverte seguro en F# o otro tono como el de "Son de Maiz". Nada mas oirlo tocar aprendes, que lenguaje mas bonito.
Lo importante como dice la gente es que este motivado, y de verdad que este hombre me motiva y me hace olvidar complejos, hay que tocar, Is very easy men!
La clase de saxo, diferentes por completo. Me mando las mismas escalas pero de forma tan diferente que ahora pienso que deben existir mas de 12 tonos (espero que los no iniciados musicales no se aburran con los terminos)
Antes de terminar quiero contaros como se ha emocionado una chica bateria cuando le han preguntado en una clase de tutoria (especie de psicologo en grupo), que le gusta de ella cuando esta tocando. A la pobre se le ha hecho un nudo en la garganta y se ha puesto a llorar. Me ha entrado ganas de decirle, Hey men, don`t worry, the music is very easy, pero como no se ingles he mirado a palomo.
La verdad es que resulta facil hablar de lo que haces mal, pero hablar de tus cualidades con 10 musicos en la sala es arto dificil. Yo he hablado de lo comodo que me siento en el escenario, y de lo bien que me lo paso tocando para la gente y para los companeros. Cuando termine de hablar todos miraron a Palomo, y como este no dijo nada la clase siguio su curso sin pena ni gloria.

3 comentarios:

Arturo Parrilla García-Pelayo dijo...

Hola jazzdelcuento, acabo de intentar enviarte un comentario muy currado y extenso, y no lo he conseguido. Así que en este segundo intento no me la voy a jugar tanto.
La próxima vez que tengas que destacar algo positivo de tí mismo en la clase de tutoría, te levantas de la silla, te diriges muy dignamente al centro del aula, miras con seriedad a todos tus espectadores y de golpe y porrazo te pones a cantar una coplilla andaluza con musho arte y salero, rematandola con un mayúsculo ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡OLÉ!!!!!!!!!!!!
Vuelves a la seriedad inicial y con la misma dignidad te sientas en tu sitio.
Por lo menos Palomo desaparecería de la clase, de eso estoy seguro.
Bueno.....a lo mejor tampoco es tan buena idea....¿no?....
un Beso.

ale dijo...

Me encanan tus exaltaciones del hombre bigote, desde aqui creo ver todo a traves de tus ojos:

Colores nuevos en el mismo arcoiris musical y los seres bicicleta mitad persona mitad artilugio ciclico, y el pirata bigotes en el barco metraquilatero, mascando tabaco y soplando colores. Rutinara vida la del aventurero, psicoterapia musical, traductorear las clases de matematicas sonoras y lenguas percutoras de aire...

Desde tan lejos me encanta oirte, no se si lo que imagino de tu viaje se acerca a la realidad, pero salia con facilidad un libro tipo Gulliver
Un abrazote..

el paseante dijo...

Esto es desesperante, siempre me pasa lo mismo: frases poéticas y reconcentradas en la primera intentona y una vez que no lo consigo paso a la segunda y en esta sólo se decir ¡ánimo tío!