martes, 2 de septiembre de 2008

todos locos menos yo...


Situense detras de mis gafas e intenten imaginar la siguiente situacion...
Despues de un dia largo de esperas y de dolor de culo por la bici que he conseguido (de la que les hablare mas adelante), llego el momento de contactar por telefono con familiares y "amantes", y desahogarme con grandes adjetivos y palabras floridas. El primer intento fallido (no me preocupa es normal), la segunda llamada empiezo a mosquearme, en la sexta marco todos los telefonos de memoria. Luego recuerdo el prefijo 0034, los ceros me miran, el tres se rie mientras el cuatro las mata callando (la cara de mi retrato). Vuelvo a marcar y nadie responde.
Mientras me aburro marcando me fijo en cierta persona que desde cuatro intentos atras comienza a comentar palabras malsonantes irreconocibles para mi.
Las miradas se cruzan y toda mi cultura racial espanola cae sobre mi como una losa, el personaje es negro y cuando se dirige a mi en perfecto ingles (presumo) le respondo con una moneda de 20 centimos.
Silencio...........se mira la mano, le miro la mano, me mira....... se mira la mano... me devuelve el dinero y pienso que en holanda el sueldo minimo del mendigo debe ser algo mayor.
Mientras meto la mano en el bolsillo lo miro de pies a cabeza. Delante de su piel negra unos zapatos mas caros que mi coche, una chaqueta moderna y rota pero recien comprada, un gorro de armani.


Situense bajo mis pantalones en la parte trasera, en mi culo.
Es totalmente mentira que esta parte del cuerpo sea la misma para hombres y mujeres. Doy fe despues de dos dias de transporte ecologico en mi nueva bicicleta prestada por Ines. Cuando vi el sillin grande y amueblado pense en lo bonito de pasear por holanda a dos ruedas. Este pensamiento romantico me duro tres minutos con dos decimas.

Me despido con una foto de trabajadores holandeses trabajando mientras escuchan (sorprendente pa un andaluz y pa camela) a Sting. Uno de ellos fuma en pipa.
Con su humo me despido hasta unos dias, un abrazo a todos.

P.D. Conozco a toda la comunidad coreana del conservatorio. Todo gracias a Joo chi, una coreana que encontre temprano de camino a la escuela, la monte en bici y gracias a que sabe poco ingles yo hago las veces de su traductor. Los holandeses miran con sorpresa cuando ella se vuelve hacia mi y repite con confianza y en ingles oriental la misma frase. Yo la escucho con aire de viejo templado y repito en ingles y con acento andaluz lo que ella me comento.

1 comentario:

Bahú bamba Lelë dijo...

Cojones qué bien escribes, siempre te lo he dicho y siempre te lo diré.